La edición genética tiene el potencial de contribuir al mejoramiento de los cultivos agrícolas, ofreciendo herramientas para introducir cambios deseados en el genoma de las plantas. Entre los instrumentos para la edición genética, la tecnología CRISPR-Cas destaca por su capacidad para editar genes con precisión, abriendo nuevas posibilidades para la creación de germoplasma de maíz con mejor rendimiento, mayor resistencia a plagas y enfermedades, tolerancia a condiciones climáticas adversas y mejor calidad nutricional.