Particularmente en los procesos de combustión se utiliza una mezcla de un combustible gaseoso o líquido (propano, hidrogeno, propileno, keroseno, etanol, etc.), y un gas oxidante para generar una reacción de ignición continua dentro de una cámara de combustión.
Los gases de escape resultantes de la reacción de combustión, junto con las partículas de polvo viajan a través de una boquilla hasta impactarse en la superficie a recubrir.
El proceso de combustión se denomina rociado térmico de alta velocidad por combustión de oxígeno o aire (HVOF y HVAF, respectivamente) dependiendo de cuál se use como el gas oxidante; o en el caso de combustibles líquidos tales como etanol o keroseno (HVOLF). Estas técnicas de deposito han sido de gran interés debido a que producen recubrimientos densos, adherentes, homogéneos, con baja porosidad y bajos contenidos de óxidos debido a la alta energía cinética y a la baja temperatura alcanzada por las partículas de polvo.
Debido a las altas velocidades y bajas temperaturas de partícula estos procesos son empleados para la proyección de diferentes materiales:
- Hidroxiapatita para implantes biomédicos.
- Carburos de tungsteno–cobalto (WC-Co).
- Carburos de cromo CrxCy.
- MCrAlY’s.
- Intermetálicos (Ni-Al, B2-NiAl entre otros).
La aplicación de los diferentes materiales se lleva a cabo para cubrir las necesidades de diferentes industrias desde la biomédica con recubrimientos funcionalizados biocompatibles para implantes de hueso hasta el depósito de recubrimientos intermetálicos en aplicaciones aeronáuticas de alta temperatura como recubrimientos tipo unión protectores contra oxidación y corrosión, sistemas de barrera térmica (TBC) y óxido crecido térmicamente (TGO).
Por otra parte, el uso del HVAF es bastante favorable para la obtención de recubrimientos con mejores características. Estos beneficios están atribuidos a que en el proceso de HVAF las temperaturas alcanzadas por las partículas son mucho menores, dando como resultado depósitos con contenidos mínimos de óxidos.
Además, debido a que las velocidades de partícula son mucho mayores, la densidad de los recubrimientos incrementa como consecuencia de una mayor adherencia entre partículas y partícula-sustrato y por consiguiente mejora la resistencia a la oxidación y corrosión de los recubrimientos.